13 mayo 2014

Diez razones para ser optimistas cuando hay crisis.

Pensar que todo irá bien y actuar con confianza cuando crecen las dificultades no es una utopía sino la opción psicológicamente más eficaz y rentable, porque nuestro cuerpo y mente funcionan mejor, ayudándonos a sobrellevar las adversidades y a salir a flote más rápidamente, e incluso fortalecidos.


Con una actitud optimista atraerá a su vida todo cuanto necesite hacer, saber o tener, para obtener mas de lo que quiere y menos de los que no desea.


Fortalecer las defensas orgánicas.


“Diversos estudios médicos y psicológicos han demostrado que mantener una actitud optimista ayuda a fortalecer las defensas orgánicas, mejorar el sistema cardiovascular, aumentar la expectativa de vida e, incluso,  prevenir el ictus cerebral”, explica el doctor Santiago de la Rosa,  médico especializado en Medicina Biológico-Naturista.

Además de las investigaciones mencionadas por el doctor De la Rosa, hay otras 9 razones clave que demuestran que ponerle "al mal tiempo buena cara" es  mucho más que un eslogan o una frase hecha. Las aportan otros grandes conocedores de la naturaleza humana y son muy útiles para afrontar con mejor ánimo los tiempos de tribulación como los actuales.

 El optimismo siempre es posible.
“Abundan las circunstancias desalentadoras, pero nada ni nadie podrá impedirnos la elección personal de manifestar comportamientos alegres. Una actitud firme de alegría y de esperanza contribuirá más que nada a mantener un buen tono mental, temple de ánimo y vigor y fortaleza psíquica”, según el psicólogo Bernabé Tierno, fundador del Club Optimista Vital.

Todo tiene su lado bueno.
“Cuando perdemos algo, acostumbramos a reemplazarlo por otra cosa más trascendente. Las personas a las que han robado suelen descubrir que su bien más preciado es su vida y muestran una apreciación renovada por las pequeñas cosas. Muchas divorciadas afirman que la tristeza y el miedo a la soledad iniciales dan paso a la satisfacción de ser autosuficientes”, según la psicóloga Caroline A. Miller.

El poder de la confianza.
“Puede que no comprendamos qué está sucediendo, pero si confiamos en nosotros mismos, en los demás y en que las cosas pueden desplegarse en un marco fiable que encarna el orden y la integridad, encontramos un elemento estabilizador muy potente, que nos guía y protege intuitivamente”, señala el profesor de Medicina Jon Kabat-Zinn.

Atraemos lo que pensamos.
¿Ha notado que en ocasiones lo que necesita ocurre de pronto o a partir de una llamada telefónica inesperada?  Según el experto en programación neurolingüística Michael Losier, son evidencias de cómo funciona la Ley de la Atracción. 
Que explica de la siguiente manera: "Con una actitud optimista atraerá a su vida todo cuando necesite hacer, saber o tener, para obtener más de lo que quiere y menos de lo que no desea. En consecuencia encontrará a su cliente, trabajo, relación y salud ideales, más dinero y todo lo que desee”. Losier también señala que este fenómeno "se basa en leyes psicológicas y físicas".

La alegría de superar la adversidad.
“Con una actitud positiva no sólo es más fácil afrontar los problemas graves, sino superar las dificultades, que nos producirá placer y alegría”, señala el  autor de ‘Vive con corazón y Alma’, quien recuerda que nuestros días están contados, por lo que cada momento es valioso y deberíamos disfrutarlo, sin apartar la vida del sufrimiento porque forma parte de nuestra vida, concluye el doctor Dietrich Grönemeyer, uno de los médicos más célebres de Alemania. 

Vivir en positivo es más útil y eficaz.
Para el genetista Matthieu Ricard, “los optimistas son más realistas y pragmáticos que los pesimistas, se mantienen más serenos y se concentran atenta y selectivamente en los riesgos que les afectan de verdad y reservan sus energías para afrontarlos, en vez de preocuparse inútil e ineficazmente por todo”. 

¿Hay algo ‘tan terrible’?.
Según el psicólogo cognitivo Rafael Santandreu “nos topamos a diario con numerosas frustraciones y adversidades, pero la gran mayoría no son realmente relevantes ni tienen poder para amargarnos, a menos que se lo concedamos”.
"La pregunta más constructiva para valorar un suceso adverso es ¿en qué medida lo que me ha pasado o podría pasarme me impide hacer algo valioso por mi o por los demás? Al responderla vemos que no hay nada tan terrible como parece y que lo mejor es aprovechar la vida haciendo algo positivo, pase lo que pase”, señala el autor de ‘El arte de no amargarse la vida’.

La esperanza en acción.
Según Luigi Anolli, profesor de Psicología Cultural en la Universidad de Milán-Bicocca (Italia), el principal atributo del optimista es la esperanza, "que le hace pensar que es responsable y protagonista de sus actos, comprometerse activamente a alcanzar los fines deseados y, además, le ayuda a detectar, analizar y valorar las posibilidades y los medios que tiene a su disposición para alcanzar sus objetivos".

Sacando la energía que llevamos dentro.
En su libro 'Guía práctica de Risoterapia', el psicólogo José Elías india que “el estrés y la duda nos mantienen críticos, activos y llenos de vitalidad. Una vida tranquila es un bonito sueño, pero acaba causando desdicha. Los momentos oscuros nos permiten descubrir nuestra fuerza y luz interior. Ante ellos,  hay que hacer lo posible para brillar: leer libros alentadores, meditar, hablar con un referente espiritual”.
Para este psicólogo, "el optimismo inteligente, no ingenuo, es una actitud ante la vida que puede cultivarse, ampliarse y aprenderse, como otras habilidades y, entre otras cosas, se nutre de luchar por nuestros sus sueños, contra viento y marea", algo en lo que coinciden la mayoría de los expertos citados. 

Omar R. Goncebat.

No hay comentarios: